La planta Bandag de Bridgestone México, ubicada en León, fabrica materiales para el renovado de neumáticos que son una opción más económica para los clientes. El 3.9% de las ventas de Bridgestone México corresponden a este producto, y gracias a ello la compañía contribuye a que dejen de emitirse 92,266 tonCO2e al año.

Un renovado cuesta aproximadamente 60% menos que un neumático nuevo y en igualdad de condiciones de rodado y mantenimiento, rinde por lo menos el mismo kilometraje que un neumático nuevo.

Además, cada casco renovado representa un neumático menos que podría acabar en el basurero o en cualquier río.

Mediante la renovación de neumáticos se evita la proliferación de mosquitos transmisores del dengue o del virus del zika y se contribuye a formar ciudades y sociedades sostenibles, conscientes de la importancia de ayudar en la reducción de CO2.